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La Tierra también es singular en otros aspectos menos dramáticos. Es el cuerpo más grande en el sistema solar con una superficie sólida y es el único planeta con placas tectónicas activas que producen el lento pero constante movimiento de placas grandes y rígidas sobre la superficie del planeta. La superficie sólida atrapa el calor necesario para forzar que la corteza se mueva.

La Tierra se formó hace como 4.5 billones de años, y todavía sigue evolucionando. Los terremotos y los volcanes son demostraciones violentas de movimientos en la corteza de la Tierra. Debajo de esta delgada corteza de roca, que tiene un promedio de cuatro millas (7 km) de grueso por debajo de los océanos y de 25 millas (40 km) debajo de los continentes, existe una capa más densa de roca de 1,700 millas (735 km) de profundidad llamada el manto. Debajo del manto se encuentra el núcleo de la Tierra, compuesto principalmente de níquel y hierro. El interior del núcleo es sólido, pero el exterior es líquido. El diámetro del núcleo mide 2,000 millas (220 km).

Océanos cubren más de dos tercios de la superficie de la Tierra. Fue en los océanos donde aparecieron los primeros indicios de vida en la Tierra hace unos 3.5 billones de años. Estos primeros organismos minúsculos fueron parecidos a algunas bacterias que existen hoy en día. Las plantas simples fueron la primera vida terrestre y se desarrollaron hace como 400 millones de años. Luego siguió el período de los dinosaurios 200 millones de años más tarde, y finalmente los humanos evolucionaron hace menos de un millón de años.

Sobre la superficie sólida de la Tierra se encuentra su atmósfera, que en la actualidad contiene más oxígeno que cuando se formó la Tierra. Los organismos microscópicos en los océanos primitivos conviertieron los gases osféricos originales en el aire que respiramos hoy en día. Mientras que la atmósfera primitiva consistía principalmente de dióxido de carbono, en la actualidad más de tres cuartos de la atmósfera de la Tierra contiene nitrógeno y casi todo el resto es oxígeno.

La tecnología creada por los seres humanos es otro aspecto que hace a la Tierra diferente a otros planetas. Miles de satélites artificiales tienen sus órbitas alrededor de nuestro planeta, ayudando a que los humanos se comuniquen entre sí, estudien patrones climatológicos, y en ocasiones, espíen a otras gentes. Naves espaciales y transbordadores espaciales han transportado a hombres y mujeres en órbita alrededor de la Tierra y a la Luna y de regreso a la Tierra. Naves espaciales también han viajado a otros planetas, información enviando sobre esos mundos hacia la Tierra.

Mientras Esté en la Tierra
La gravedad lo mantendrá sobre la superficie terrestre y hará que se sienta pesado. El oxígeno en la atmósfera le permite respirar sin dificultad, y el Sol le da calor durante el día -- Áen ocasiones demasiado calor! De cualquier manera, la Tierra sigue siendo sin duda el planeta más apropriado para los humanos.

Hay una gran variedad de seres viventes en la Tierra -- plantas, pájaros, peces, mamiferos -- mientras que ni siquiera una sola forma de vida ha sido descubierta en algún otro planeta o luna en nuestro sistema solar.

Al observar el cielo, podrá ver cambios en la atmósfera de la Tierra, la formacion y el movimiento de jas nubes, la lluvia, y los rayos.

En el cielo nocturno terrestre, usted puede mirar a través de la atmósfera y ver estrellas y galaxias a trillones de millas de distancia. Podrá ver todos los demás planetas en nuetro sistema solar -- lugares interesantes para visitar, pero no tan agradables para vivir como lo es la Tierra.

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